SUEÑO.

Son las 12.23 horas de la noche. No es que tenga prisa por irme a dormir, pero no son horas para estar en vela. Hoy ha sido un día corriente. Sin luces ni sombras. Bueno, con más luces que sombras. Mejor dicho, sólo con luces. Hay que ser optimistas. La disposición del ánimo viene a ser determinante en la visión que se tiene de la vida. Los mismos hechos pueden ser diferentes según la perspectiva desde la que se vean o analicen. La mente animal nos condiciona, pero somos humanos y tenemos una capacidad para imponernos a los instintos y condicionantes de la vida. El ser humano es capaz de saltar la barrera de lo condicional y convetirlo en presente, o en pretérito. Podemos ser lo que queremos ser y dejar de ser aquello que no deseamos ser. No es que lleguemos a ser Dios, ya que Dios es el Ser y por lo tanto no puede no ser. Pero sí que tenemos capacidades que están por desarrollar dentro de nosotros. Es muy tarde, y me tengo que ir a la cama, pero entre las sábanas seguiré escudriñando en mi mente, hasta que el sueño me venza y los tibios rayos del sol me despierten para un nuevo día.