Caminamos deprisa,
en un intento
de llegar al final
en un momento.
Y en llegando, pensamos
si no es cierto
que estábamos ya allí
cuando partimos.
La prisa nos consume
y nos devora.
Queremos lo inmediato,
ya, y ahora.
Y después de lograr
lo tanto ansiado,
nos sentimos vacíos
y engañados.
La prisa es un absurdo, llegar antes adonde¿para que?, ni saboreamos el tiempo, ni disfrutamos los lugares, solo con prisa perdemos más rápido nuestro tiempo.
ResponderEliminarHace tiempo que no escribes , no lo dejes : nadie me pregunta y es una afirmación gratuita¡me gusta lo que escribes!, no nos prives , ni de tus sentimientos(así los compartimos) ni de tus rimas.Un abrazo