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martes, 4 de mayo de 2010

El dolor que más duele.

He calmado mi sed, he dominado al tiempo,
pero la espina, cada vez más profunda
me causa más dolor y desaliento,
y me hunde en el pozo de la duda.

Mi dolor no me duele, no lo siento,
sólo siento del poso la amargura
de sentir tu dolor cada momento
y hacer de mi impotencia mi tortura.

Mi respirar, de entrecortado aliento,
se vuelve hiel,¡que amarga desventura!,
que empapa desde al alma al pensamiento.
Siento que voy perdiendo la cordura.

Quiero pensar que no es del todo cierto,
que mi felicidad es toda tuya,
que tú no sientes lo que yo no siento,
antes de que me embargue la locura.

2 comentarios:

  1. Enrique, nos ponemos en manos de otro, en aras de un supuesto amor que no es tal. No es amor si hace sufrir, no es amor si hay renuncias, no es amor si hace llorar, porque el que ama hace reir.
    Buen poema, sentido y bien construido. Felicidades. Un abrazo

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  2. A veces el problema , no es solo la espina, porque aunque consigas sacarla siempre dejara un hueco.
    pero ya sabes que el dolor pasa y el sufrimiento es subjentivo seguirá en ti si tú asío lo quieres.
    la felicidad no es de nadie está en tí
    un abrazo

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