El tiempo en Valencia

martes, 14 de junio de 2011

EL AYER QUE DEJÓ DE SER HOY.

Resulta ser todo un misterio. El misterio de la vida. Algo tan obvio como el paso del tiempo resulta incomprensible para mí. Ayer hablaba del tema y hoy se han hecho realidad mis reflexiones. Tenemos una percepción del tiempo algo distorsionada por la rutina. No sólo si nos referimos al paso de los años, que se ve con más perspectiva, ni al paso de los meses o de los días. Ese transcurrir del tiempo lo vemos desde la distancia y lo asumimos con resignación. Si hacemos una serie de aproximaciones al paso del tiempo y tratamos de contemplar el paso de las horas, de los minutos o de los segundos ya nos resulta más difícil. Porque lo que estaba haciendo hace un segundo ya dejó de estar y se convirtió en pasado. Trato de amarrar el tiempo, segundo a segundo, pero no lo consigo. El tiempo se transforma , genera sus frutos, nos deja rastros, huellas, senderos trazados que no volveremos a recorrer. El tiempo no pasa en balde, no es un transcurrir inútil, estéril. Será más a menos beneficioso, pero nunca ese transcurrir nos es indiferente. Acepto lo inevitable, pero no lo entiendo. Hace diez minutos estas palabras no conformaban este discurso. Existían aisladas, o formando parte de otros conjuntos, pero este papel estaba en blanco, y ahora las manchas negras lo llenan actuando como testigos de ese paso del tiempo, que inexorablemente nos va comiendo terreno, nos va quitando espacio vital. Así ha de ser y así será hasta que llegue el día en el que en lugar de contar el tiempo viajemos a través de él. Hasta entonces seguiremos dejando ese rastro que nadie volverá a pisar.

1 comentario:

  1. Muy poético y un tanto subjeivo tu noción del tiempo. Fíjate no sé cuando fue el cumple de mi nieto ;pero yo aun esoy disfrutándolo, parce ser que si estás orbitando la tierra o si estás soñando, el tiempo es otra cosa
    Yo como sueño despierto , tengo alguna ventaja.
    Un abrazo

    ResponderEliminar