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martes, 11 de enero de 2011

Un intento de comenzar.


La fuerza de voluntad es débil y pienso que tiene algo que ver con el hecho de ejercitarla y la práctica diaria. Eso debe ser lo que a mí me ocurre. Me falta fuerza de voluntad para cuestiones tan simples como el comer con conocimiento y el practicar regularmente la natación. Hoy me he hecho el ánimo y me he acercado a la piscina, me ha sacado un bono de diez baños y he gastado el primero. Ha sido una hora de ejercicio que me ha agotado bastante, todo por la falta de práctica. A ver si ahora, ya que he adquirido el bono me decido a ir tres veces por semana. Lo del comer ya es otra historia. No me sobrepongo a la tentación de picar algo mientras estoy haciendo la comida. Mañana debo volverlo a intentar. Seguramente hará falta alguna estrategia que facilite la consecución del objetivo, pero de momento no he dado con ella. El caso es que mientras preparo la comida... pues corto unos taquitos de queso, o bien algunas lonchas de jamón con su correspondiente vasito de vino. He tomado la decisión de no comprar cerveza ni aperitivos del tipo frutos secos, encurtidos, salazones,...,patatas fritas. Pero siempre encuentro en el frigorífico algo que echarme a la boca. En fín, mañana será otro día y habrá que seguir intentándolo. A lo mejor si escribo un diario sobre el tema me puede servir de terapia. Veremos si sirve de algo.

1 comentario:

  1. La voluntad es débil, seguramente por eso se da la contradicción de llamarla "fuerza de voluntad".
    Te puedo asegurar que cuando se cultiva con constacia, hacer "lo que deseamos o debemos", se termina convirtiendo en acto reflejo y de necesidad, como el aseo personal diario sin el que no se podría vivir.
    Un beso y ánimo Enrique!

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